Científicos descubren una de las claves para viajar en el tiempo

Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad Técnica de Darmstadt en Alemania y la Universidad de Roskilde en Dinamarca ha revelado un descubrimiento intrigante: a nivel microscópico, el tiempo no siempre avanza en una única dirección. Este hallazgo desafía las percepciones tradicionales sobre la naturaleza del tiempo y su linealidad, sugiriendo que el vidrio podría ser la clave para entender cómo revertir ciertos procesos temporales.

El tiempo, tal como lo experimentamos en nuestra vida diaria, parece avanzar de manera irreversible hacia el futuro. Sin embargo, los científicos han observado que en condiciones microscópicas, las leyes que rigen el tiempo pueden ser más flexibles. A través de experimentos con luz láser reflejada en vidrio, los investigadores descubrieron que las moléculas de este material no parecen diferenciar entre el pasado y el futuro, es decir, los movimientos moleculares dentro del vidrio son reversibles.

Este fenómeno está relacionado con la segunda ley de la termodinámica, que establece que el desorden, o entropía, en un sistema cerrado siempre tiende a aumentar. Es por esta razón que, por ejemplo, cuando un vaso de vidrio se rompe, no es posible reconstruirlo perfectamente a partir de sus fragmentos. No obstante, a nivel microscópico, algunos materiales, como el vidrio, permiten comportamientos que podrían desafiar esta ley.

El concepto de “tiempo material”, que surgió hace aproximadamente 50 años, propone que el tiempo fluye de manera diferente dependiendo del orden molecular de ciertos materiales. En este estudio, publicado en Nature Physics, los científicos observaron cómo la luz interactúa con las partículas de vidrio, revelando que los movimientos moleculares responden de manera similar tanto en el pasado como en el futuro.

Es importante destacar que este hallazgo no implica que los humanos podrán viajar en el tiempo tal como lo imaginamos en la ciencia ficción. Para que eso sea posible, se necesitaría un control absoluto de todos los procesos a gran escala, como el envejecimiento. Aun así, este avance representa un paso significativo hacia la comprensión más profunda de la naturaleza del tiempo en el ámbito de la física fundamental.

Este estudio abre nuevas posibilidades sobre cómo materiales como el vidrio podrían desafiar nuestra comprensión actual del universo, y sugiere que el tiempo, tal como lo percibimos, podría ser más maleable de lo que pensamos.