Un reciente hallazgo científico ha revelado que en el pasado, una parte del polo sur de la Luna estuvo cubierta por un “océano” de roca líquida fundida. Este descubrimiento, realizado por un grupo de investigadores a través de la misión Chandrayaan-3 lanzada por la India, proporciona evidencia de que el magma jugó un papel crucial en la formación de la superficie lunar hace aproximadamente 4.500 millones de años.
El estudio, publicado en la revista Nature, detalla cómo los restos de este antiguo océano de magma fueron encontrados en la región explorada por la misión Chandrayaan-3. Este fue el primer alunizaje humano en el polo sur de la Luna, una zona previamente inexplorada que ha resultado ser de gran interés científico debido a sus características únicas.
La misión, que aterrizó en agosto del año pasado, desplegó un robot llamado Pragyaan, que recorrió la superficie lunar durante 10 días, realizando 23 mediciones con un espectrómetro de rayos X de partículas alfa. Este instrumento permitió identificar minerales en el suelo lunar y descubrir la presencia de anortosita ferrosa, una roca fundida que se cree que formó la superficie lunar al flotar hacia la parte superior durante el enfriamiento inicial de la Luna.
Según el doctor Santosh Vadawale, investigador del Laboratorio de Investigación Física de India y coautor del estudio, “la teoría de la evolución temprana de la Luna se hace mucho más sólida a la luz de nuestras observaciones”. Antes de la misión india, la mayoría de las evidencias sobre la existencia de océanos de magma en la Luna provenían de las exploraciones del programa Apolo de Estados Unidos en las latitudes medias del satélite.
Además del descubrimiento del antiguo océano de magma, la misión Chandrayaan-3 también encontró indicios de un impacto de meteorito en la región del Polo Sur-Aitken hace unos 4.000 millones de años. Este impacto habría creado una de las mayores cuencas de cráteres del sistema solar, con un diámetro de 2.500 km. Los científicos detectaron la presencia de magnesio, que pudo haber sido expulsado desde las profundidades de la Luna debido a este impacto.
Estos hallazgos son solo una parte de los numerosos datos científicos recogidos durante la misión Chandrayaan-3, que también busca descubrir agua helada en el Polo Sur de la Luna. Encontrar agua sería un avance significativo para las agencias espaciales, que sueñan con establecer una base humana en la Luna en el futuro.
India ya está planeando una nueva misión lunar para 2025 o 2026, con el objetivo de recoger muestras de la superficie lunar y traerlas de vuelta a la Tierra para su análisis. Estos esfuerzos continúan ampliando nuestro conocimiento sobre la historia y la geología de la Luna, y podrían tener importantes implicaciones para futuras exploraciones espaciales.