La policía de Wenzhou, una ciudad situada en el este de China, ha comenzado a utilizar una innovadora herramienta tecnológica: un robot esférico de última generación diseñado para patrullar las calles y neutralizar posibles amenazas. Esta máquina, denominada RT-G, es capaz de operar en escenarios de confrontación y representa un nuevo avance en la integración de la robótica en labores de seguridad pública.
Según recoge la Agencia de Noticias Xinhua, el RT-G destaca no solo por su apariencia futurista, sino también por su impresionante desempeño técnico. Con un peso superior a los 100 kilogramos, este robot puede alcanzar una velocidad máxima de 30 km/h en tan solo 2,5 segundos y mantiene una estabilidad sobresaliente durante sus desplazamientos, lo que lo convierte en un dispositivo ágil y eficiente.
Preparado para la acción en entornos hostiles
El RT-G está especialmente diseñado para apoyar a los agentes de policía en situaciones de alto riesgo. Gracias a su versatilidad, puede ser equipado con una variedad de accesorios, como redes de captura, rociadores de gas lacrimógeno y bombas de humo. Además, posee una sorprendente capacidad anfibia, lo que le permite operar tanto en tierra como en entornos acuáticos.
Huang Sufeng, capitán adjunto de la Brigada de Policía de Patrulla Especial de Seguridad Pública de Lucheng, destacó que este robot “puede identificar, luchar y capturar”, lo que subraya su potencial como herramienta de intervención táctica. Actualmente, el RT-G se encuentra en fase de pruebas, operando las 24 horas del día en una concurrida zona comercial de Wenzhou. Las autoridades buscan evaluar su desempeño en condiciones reales y determinar si esta tecnología avanzada es adecuada para enfrentar situaciones hostiles.
Una apuesta costosa pero con visión de futuro
El desarrollo del RT-G es fruto de la colaboración entre las fuerzas de seguridad y la Facultad de Ciencias e Ingeniería de Control de la Universidad de Zhejiang, institución responsable de patentar esta tecnología. Cada unidad de prueba tiene un coste aproximado de 400.000 yuanes (unos 52.000 euros), una inversión considerable que podría reducirse en caso de pasar a una producción masiva.
Este experimento refleja una tendencia global en la incorporación de robots a tareas policiales. En Estados Unidos, por ejemplo, los robots Knightscope K5 patrullan zonas públicas como las áreas de espera del metro de Times Square, donde funcionan como tótems móviles con cámaras de vigilancia y botones de asistencia. También se emplean unidades más especializadas, como los robots Talon, utilizados por equipos de élite en misiones de rescate o desactivación de explosivos.
El futuro de la seguridad automatizada
Mientras las pruebas del RT-G continúan, las autoridades chinas mantienen grandes expectativas en torno a su rendimiento. Si esta herramienta logra demostrar su eficacia, podría marcar el inicio de una nueva era en la que la robótica avanzada desempeñe un papel crucial en la seguridad pública, optimizando los recursos humanos y ofreciendo nuevas soluciones para responder a escenarios complejos.
China, que ya es líder en el desarrollo de tecnologías emergentes, reafirma con este robot esférico su apuesta por la innovación en seguridad. El RT-G no solo representa un avance tecnológico, sino también un desafío sobre cómo equilibrar la presencia de máquinas en entornos urbanos donde el factor humano sigue siendo insustituible.