Apple ha dado un importante paso con los AirPods Pro 2, transformándolos en dispositivos médicos que pueden funcionar como audífonos. Aunque en el reciente evento de la compañía los reflectores estuvieron sobre los iPhone 16 y los Apple Watch Series 10, esta innovación en los AirPods merece atención. Esta actualización representa un avance significativo en la democratización de la terapia auditiva, un ámbito que históricamente ha sido inaccesible para muchos debido a los altos costes y los estigmas sociales asociados al uso de audífonos visibles.
Actualmente, más de 1.500 millones de personas en todo el mundo sufren algún tipo de pérdida auditiva, y, sorprendentemente, solo una de cada tres personas mayores de 70 años que necesitan audífonos los utiliza. La situación es aún más grave entre los menores de 70 años, donde solo uno de cada seis usa audífonos a pesar de necesitarlos. Apple pretende cambiar esta realidad con su nueva función en los AirPods Pro 2, que podrán ser usados como audífonos de venta libre a partir de este otoño, inicialmente en Estados Unidos. Este lanzamiento está pendiente de la aprobación de la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU.), un paso que Apple ya ha superado con éxito en el pasado con el electrocardiograma del Apple Watch Series 4.
La nueva función de prueba auditiva de los AirPods Pro 2 está clínicamente validada y es adecuada para personas con pérdida auditiva leve o moderada. Los usuarios podrán personalizar la amplificación de sonidos en tiempo real y contar con protección auditiva activa en entornos ruidosos. Esta innovación no requiere hardware adicional, ya que la actualización se llevará a cabo a través del software, eliminando la necesidad de audífonos específicos y acercando la tecnología de asistencia auditiva a un público más amplio.
El precio de los AirPods Pro 2 es de 279 euros en la tienda de Apple, y 249 euros en Amazon, y están disponibles en más de 100 países. La prueba auditiva que incorporan puede completarse en menos de cinco minutos. Se espera que la aprobación de la FDA no solo marque el inicio de esta funcionalidad en los AirPods, sino que también abra la puerta a que otras empresas tecnológicas desarrollen dispositivos de consumo con funciones médicas. Dado que la pérdida auditiva no tratada está vinculada a problemas como el declive cognitivo, la depresión y mayores costes de atención médica, este movimiento de Apple podría tener un impacto significativo en la calidad de vida de millones de personas, normalizando el uso de la tecnología auditiva y haciéndola más accesible.