En poco más de un año y medio, una nave espacial de la Agencia Espacial Europea (ESA) se lanzará con la misión de explorar la vasta inmensidad de la Vía Láctea, con la esperanza de descubrir planetas que puedan ofrecer condiciones similares a las de la Tierra. Con entre 200.000 y 400.000 millones de estrellas en nuestra galaxia, la tarea es compleja y desafiante.
La misión PLATO (PLAnetary Transits and Oscillations of stars), cuyo lanzamiento está previsto para 2026, busca responder a la gran pregunta: ¿cómo localizar una «segunda Tierra» entre tantas estrellas? Este proyecto promete ser el sucesor del telescopio Kepler, con mejoras tecnológicas que permitirán identificar exoplanetas ubicados en zonas habitables alrededor de estrellas como el Sol.
La construcción de la nave está en marcha desde hace varios años, y recientemente, durante la 17ª Conferencia Espacial Europea, la ESA y Arianespace formalizaron un acuerdo para llevar a cabo el lanzamiento a finales de 2026.
PLATO es una misión pionera destinada a identificar y estudiar exoplanetas que podrían ser habitables. Con un satélite de aproximadamente 2,15 toneladas y equipado con 26 cámaras, la misión tiene la capacidad de observar hasta 200.000 estrellas con una precisión sin precedentes, lo que facilitará la detección y el análisis de planetas similares a la Tierra.
La misión científica de PLATO está programada para durar al menos cuatro años. Durante este tiempo, se concentrará en observar dos regiones específicas del cielo, dedicando dos años a cada una, con la esperanza de expandir significativamente nuestro conocimiento sobre los sistemas planetarios de la galaxia y proporcionar información crucial sobre la búsqueda de nuevos mundos habitables.
España juega un papel clave en la misión, con instituciones como el Centro de Astrobiología (CAB), el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA) y el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) participando en el desarrollo de tecnología y la planificación científica.
El lanzamiento de PLATO se llevará a cabo desde el Puerto Espacial de Europa en la Guayana Francesa a finales de 2026, con un cohete Ariane 6 que transportará la nave hacia una órbita alrededor del punto de Lagrange L2, una ubicación privilegiada para misiones de observación astronómica, que alberga otros telescopios importantes como Euclid y James Webb.