En las últimas 24 horas, Jensen Huang, cofundador y CEO de NVIDIA, ha hecho declaraciones que han sacudido el mercado tecnológico. Según Huang, los ordenadores cuánticos plenamente funcionales no estarán disponibles antes de 20 años, un pronóstico que, en su opinión, está más cerca de la realidad que otras estimaciones optimistas. Sus palabras han provocado una caída significativa en las acciones de compañías dedicadas al desarrollo de esta tecnología emergente, como Rigetti e IonQ.
Huang no está solo en esta visión. Ivana Delevska, directora de inversiones de Spear Invest, también considera que un plazo de entre 15 y 20 años es lo más realista, basándose en el tiempo que tomó a NVIDIA desarrollar su computación acelerada. Sin embargo, la pregunta sigue siendo: ¿qué se entiende por un ordenador cuántico “plenamente funcional”?
En este sentido, muchos expertos coinciden en que un ordenador cuántico útil será aquel capaz de corregir sus propios errores. Esto sería un avance crucial frente a los prototipos actuales, que aún presentan limitaciones en cuanto a la corrección de errores y a la escalabilidad debido a la interconexión de los cúbits. Estos bloques funcionales, esenciales para la computación cuántica, deben estar perfectamente sincronizados para alcanzar una operatividad real.
No obstante, algunos de los gigantes de la tecnología, como IBM, Google y Microsoft, están trabajando para superar estos desafíos. IBM, por ejemplo, tiene previsto lanzar en 2029 su hardware cuántico ‘Starling’, que incluirá capacidades de corrección de errores. A su vez, en 2033 se espera el ‘Blue Jay’, que podría dar inicio al escalado masivo de la computación cuántica.
Por otro lado, Google también ha realizado avances significativos. En diciembre, presentó el procesador cuántico Willow, que promete reducir los errores exponencialmente al aumentar el número de cúbits, lo que podría ser clave para la futura funcionalidad de los ordenadores cuánticos.
A pesar de estos avances, aún queda camino por recorrer. El futuro de la computación cuántica sigue siendo incierto, pero la trayectoria de empresas como IBM y Google proporciona razones para un optimismo moderado. Si las predicciones de Huang son ciertas, aún nos esperan dos décadas de avances antes de que los ordenadores cuánticos sean realmente funcionales y accesibles para la resolución de problemas complejos.
El tiempo dirá si la visión de Huang se cumple, pero mientras tanto, los desarrollos tecnológicos continúan mostrando que estamos más cerca de lo que pensamos de dar un gran paso hacia la computación cuántica operativa.