El próximo curso escolar, Corea del Sur llevará a cabo un experimento educativo que ha generado un intenso debate: la implementación de libros de texto con inteligencia artificial (IA) en las aulas a partir de los ocho años. Mientras que en muchos países se discute el uso de dispositivos electrónicos en la educación y se retrasa su adopción, Corea del Sur avanza con una propuesta innovadora.
El plan consiste en la introducción de libros de texto digitales equipados con IA, que se utilizarán en tablets. Estos libros se ajustarán automáticamente en función del nivel académico de cada estudiante, evaluado periódicamente por el profesor. La IA modificará el contenido y los ejercicios del libro para adaptarse a las capacidades y progreso de cada alumno, con el objetivo de mantener a los estudiantes más avanzados comprometidos y apoyar a aquellos que requieren más ayuda.
El funcionario coreano citado en Financial Times explica que la intención es evitar que los alumnos se aburran o queden rezagados, y fomentar la creatividad y el interés por el estudio. “Pronto serán capaces de pensar con originalidad, ya que los libros de texto de IA ofrecen contenidos variados para cualquier situación e inducen su interés por el estudio”, afirma.
Compañías tecnológicas como LG y Samsung están desarrollando estas funciones educativas, y se espera que los primeros libros con IA estén disponibles en 2025. Para 2028, la implementación se expandirá a todas las asignaturas, excepto Música, Arte, Educación Física y Ética.
Además de los libros de texto, se desarrollará una aplicación para resumir los puntos clave que el profesor explique en la pizarra digital. Sin embargo, la iniciativa no está exenta de controversia. Mientras que el 54% de los profesores apoyan el proyecto, más de 50.000 padres han firmado una petición para cancelar la introducción de la IA en las aulas para los niños más pequeños.
Los padres expresan su preocupación por el tiempo que sus hijos pasan frente a las pantallas y temen que la IA pueda introducir errores en los resúmenes y libros de texto. Otros expertos advierten sobre el riesgo de que los niños se vuelvan demasiado dependientes de la tecnología, perdiendo habilidades básicas como la capacidad de hacer resúmenes por sí mismos.