Un joven diseña una tecnología capaz de convertir el aire en agua

Swapnil Shrivastav, un joven originario de Calicut en la India, ha desarrollado una innovadora tecnología que transforma el aire en agua potable, inspirado en un dispositivo de la saga Star Wars. Este invento surgió como respuesta a la crisis de agua que afectó a su ciudad natal en 2016, cuando Shrivastav aún era estudiante. La escasez de agua es un problema grave, afectando a 2.200 millones de personas en todo el mundo según la Organización Mundial de la Salud, y soluciones como las de Shrivastav pueden ofrecer alivio a las comunidades más necesitadas.

Desde joven, Shrivastav mostró un interés notable por los temas relacionados con el agua. En 2012, ganó un concurso escolar en el que debía prever el futuro del agua en las ciudades. Sin embargo, fue la severa sequía que golpeó a Calicut en 2016 lo que lo motivó a llevar su idea a la práctica. Junto a sus colegas Govinda Balaji y Ventakesh Raja, desarrolló generadores de agua atmosférica que emplean un desecante líquido para captar la humedad del aire, liberándola después mediante calentamiento solar para condensarla en agua potable. Este proceso exitoso dio origen a su startup, Uravu Labs, con sede en Bangalore.

Inicialmente, Uravu Labs tenía la misión de proveer agua a comunidades con escasez hídrica en India. Sin embargo, los altos costos de implementación han llevado a la startup a vender agua a empresas del sector hotelero mientras buscan financiación para expandir su alcance.

La crisis del agua es una realidad que no se percibe en países desarrollados, pero la OMS indica que más de la mitad de la población mundial carece de servicios de saneamiento seguros. Además, el cambio climático está exacerbando las sequías, haciendo que el acceso al agua potable sea aún más crítico.

Otros países también han desarrollado tecnologías similares. En 2017, en el norte de Chile, una de las regiones más áridas del mundo debido al desierto de Atacama, se creó una tecnología similar. En Lucena, España, se patentó un dispositivo llamado Genaq, que ahora se utiliza en emergencias, sectores industriales y militares, y proyectos locales. Un ejemplo es una escuela primaria en Mau, Fiyi, que ahora cuenta con un generador de agua que mejora la calidad de vida en la comunidad afectada por sequías severas.

Estas tecnologías, que alguna vez parecieron propias de la ciencia ficción, están demostrando ser soluciones viables para la escasez de agua en diversas partes del mundo. La disponibilidad de agua potable es un derecho humano reconocido por la ONU desde 2010, y su garantía requiere tanto innovación tecnológica como compromiso internacional.