La tecnología ya es nuestra compañera de vida en el día a día y, a pesar de todos los beneficios que tiene, no solemos prestar atención a la parte negativa.
En este caso nos centramos los smartphones que llevamos encima casi 24h al día. Desde hace años se ha hablado de los efectos perjudiciales que pueden tener para el cuerpo humano y de la radiación que emiten.
Es verdad que los teléfonos emiten radiación, pero los fabricantes están obligados por ley a asegurarse de que los niveles de radiación estén por debajo de los límites establecidos que, supuestamente, no deberían representar ningún riesgo para la salud, incluso si se utiliza el teléfono durante largos períodos.
Recientemente, Francia ordenó la retirada de los iPhone 12 debido a que superaban los límites de radiación permitidos. Apple respondió rápidamente con una actualización de software que corrigió el problema y evitó restricciones adicionales.
Ahora, es Samsung la que se enfrenta a una situación similar. Según un informe de Stocklytics, varios modelos de la marca coreana han mostrado niveles elevados de radiación de radiofrecuencia (RF), con algunos dispositivos superando el límite óptimo de 1,6 vatios por kilogramo (W/kg).
Entre los modelos destacados se encuentran el Galaxy S22, el Galaxy Z Flip 3, y los modelos Galaxy A31, A53 5G, A51, A22, entre otros. Estos dispositivos, especialmente los de gama alta como el S22 y el Galaxy Z Flip 3, están rozando o superando los niveles recomendados, probablemente debido a sistemas de interacción avanzados y antenas más potentes implementadas por Samsung.
Estas noticias ponen el foco en algo en lo que las compañías tienen que prestar mucha atención y cada vez más , debido a la rapidez con que se añaden funcionalidades y tecnologías nuevas a nuestros teléfonos.