Dos equipos internacionales de astrónomos han descubierto un nuevo planeta con un tamaño similar al de la Tierra y Venus, y está a ‘solo’ 40 años luz de distancia. Este hallazgo lo convierte en uno de los objetivos más intrigantes para estudiar con el telescopio espacial James Webb. El Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC), el Institut d’Estudis Espacials de Catalunya (IEEC) y el Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA) han sido parte de esta investigación, cuyos resultados se publican en The Astrophysical Journal Letters.
El exoplaneta, llamado Gliese 12 b, fue descubierto por un equipo liderado por el Centro de Astrobiología de Japón, la Universidad de Tokio, el Observatorio Astronómico Nacional de Japón y el Instituto Tecnológico de Tokio. Utilizando la campaña TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite) de la NASA y un programa de cartografiado estratégico del telescopio Subaru, pudieron detectar tránsitos, que son disminuciones regulares de la luz estelar causadas por planetas en órbita.
“Este es el mundo en tránsito más cercano de tamaño similar a la Tierra que hemos encontrado hasta la fecha”, dice Masayuki Kuzuhara del Centro de Astrobiología de Tokio. “Aunque aún no sabemos si tiene atmósfera, lo consideramos un ‘exo-Venus’, con características similares a nuestro vecino planetario”.
Gliese 12 es una enana roja fría, mucho más pequeña y fría que el Sol. La detección inicial del candidato a planeta se realizó con la misión TESS en 2023, lo que llevó a observaciones de seguimiento para confirmar el descubrimiento utilizando cámaras desarrolladas por el Centro de Astrobiología de Japón y la Universidad de Tokio.
El planeta completa una órbita alrededor de su estrella cada 12,8 días y tiene un tamaño similar al de la Tierra o ligeramente menor, comparable al de Venus. Suponiendo que no tenga atmósfera, su temperatura superficial se estima en unos 42 °C.
Gliese 12 b es un candidato ideal para estudios atmosféricos, que podrían ayudar a entender mejor la evolución de nuestro sistema solar y los posibles caminos de habitabilidad de los planetas. La estrella anfitriona es menos activa magnéticamente de lo esperado, lo que podría ser clave para mantener una atmósfera en el planeta.
La luz estelar que atraviesa la atmósfera durante un tránsito proporciona información valiosa sobre su composición química, lo que permitirá a los astrónomos investigar la diversidad de atmósferas en planetas similares a la Tierra. Con este descubrimiento, se espera poder avanzar en la comprensión de la habitabilidad en nuestra galaxia y más allá.